Dime con quién andas y te diré de qué política eres

¿Por qué casi por existir, hay que tener una opción política? Que votar por Piñera significa que somos de derecha o de la Alianza y si votamos por Frei, somos de izquierda o Concertación.

Pronto serán las elecciones y en país entero se dividirá entre dos opciones, entre dos formas muy distintas gobernar. En ese contexto, siempre nos hemos hecho la pregunta de ¿por qué casi por existir, hay que tener una opción política? Que votar por Piñera significa que somos de derecha o de la Alianza y si votamos por Frei, somos de izquierda o Concertación, ¿por qué eso tiene que ser así?
Dice el dicho, "dime con quién andas y te diré quién eres". En política muchas veces también se aplica esta regla, aunque en muchas otras ocasiones no se hace. Muchos matrimonios conocemos que son de tendencias políticas distintas, así mismo, amigos. Pero en el día a día, con las personas que no son tan cercanas, con compañeros de trabajo, gente que ubicamos, estamos constantemente catalogándola de uno u otro lado político. ¿Por qué no se puede ser libre, cambiar la opción por razones profundas, pero tener la libertad?


La pregunta es, ¿por qué esa necesidad, qué instinto del ser humano o qué parte de su historia, hace que sea indispensable catalogar a alguien? ¿Por qué alguien no puede de ser libre de una opción política? Eso hoy no está disponible, sólo está disponible la opción de pertenecer. Lo más impresionante es que nadie te pregunta, pero todos lo suponen y lo dan como una afirmación a lo que representes de tu idea política o voto.
Y creo que muchas veces las opciones políticas no están definidas por pensamientos rígidos y racionales, sino más bien tiene que ver con sus historias y con la recurrencia que han tenido de situaciones que los acerca a uno u otro lado de la política.
La política es historia, aquellos que si se identifican con una tendencia política, fundan generalmente su opción en el pasado, pero ¿cómo etiquetamos a alguien si no sabemos su pasado? Lo hacemos por su presente; que está haciendo, dónde trabaja, con quién se junta, etc. Lo hacemos porque necesitamos saber quién está al lado, pero como muchas veces no podemos obligarlos o no tenemos la cercanía para hacerlo, obligamos a nuestro ser a etiquetarlos en alguna opción política.


Hay muchos que esto no les pasa y son principalmente los jóvenes, que dicen no estar ni ahí con la política, menos con estar catalogando a la gente de un lado o de otro, o sea que para no andar pensando de que partido será esta u otra persona tengo que estar desinteresado de la política, o sea no puedo ser un apasionado por la política y no estar catalogando a la gente constantemente.

Lo que sí es cierto, que queda poco para estas elecciones y dentro de una urna es imposible catalogar a alguien y allí será el momento en que libremente se podrá expresar una opción política. Lo demás son puras reflexiones a veces sin sentido de este columnista.